PRETORIA, Sudáfrica - La Embajada de la República Popular China en Sudáfrica rindió homenaje a la intrépida juventud del 16 de junio de 1976 con un animado acto cultural y diplomático titulado "Velada de Intercambio Juvenil China-Sudáfrica". El acto, organizado en colaboración con el Club Nacional de Prensa, sirvió no sólo para conmemorar un momento decisivo en la lucha por la liberación de Sudáfrica, sino también para inspirar a una nueva generación a afrontar los retos globales de hoy mediante la unidad, la creatividad y la cooperación.
El 16 de junio de 1976 marcó un hito en la historia de Sudáfrica. Los jóvenes estudiantes, que se resistían a una opresión brutal, salieron a la calle para exigir que se les diera voz en la construcción de su propio futuro. Su valentía desencadenó un movimiento que acabó contribuyendo al desmantelamiento del apartheid. Hoy, casi cinco décadas después, los jóvenes de todo el mundo siguen enfrentándose a enormes retos: desigualdad creciente, desempleo, conflictos, crisis climática y sobrecarga digital.
Muchos jóvenes se sienten aislados, ignorados y desilusionados en un mundo de geopolítica cambiante y sociedades fragmentadas. En respuesta, la "Velada de Intercambio Juvenil China-Sudáfrica" ofreció un contraargumento esperanzador, que presenta a los jóvenes como catalizadores del cambio a través de la educación, la cultura y la cooperación internacional.
La velada estuvo dedicada a la presentación del nuevo libro "China Through My Eyes - A Young South African's Journey to China" (China a través de mis ojos: el viaje de un joven sudafricano a China), del que es autor Michael Andisile Mayalo, becario Dongfang 2022 de la Universidad de Pekín. Su relato ofrece una visión profundamente personal de la sociedad, los valores y el rápido desarrollo de China: una historia de aprendizaje, amistad y humanidad compartida. "Este libro es un bello ejemplo de la conexión y el entendimiento entre nuestros dos países", declaró el Embajador Wu Peng, que elogió el trabajo de Mayal como puente entre naciones y culturas.
Tras la presentación del libro, los invitados asistieron a la proyección de la película china "Ordinary Hero", una conmovedora historia real de trabajo en equipo y sacrificio que muestra los valores de solidaridad, compasión y liderazgo juvenil. A través de la lente cinematográfica, la película ofreció al público sudafricano una mirada al corazón de la sociedad china y reflejó valores profundamente compartidos con la filosofía sudafricana del Ubuntu.

En su discurso de apertura, el Embajador Wu reflexionó sobre la importancia del compromiso de los jóvenes y esbozó cuatro principios rectores para construir un futuro mejor: conexión, capacidad, cultura y colaboración. "Los jóvenes son el futuro y la esperanza de la nación", afirmó. "Debemos conectarnos más allá de las fronteras, aprender unos de otros y trabajar juntos, no sólo para nuestro propio crecimiento, sino para la paz y la prosperidad mundiales".
Las inversiones chinas en el desarrollo de la juventud en África incluyen:
- Iniciativa para la Formación Profesional en África del Futuro
- Apoyo a 10 nuevos talleres en Luban
- 60.000 oportunidades de formación en los próximos tres años dirigidas a jóvenes y mujeres
- Nuevos marcos para la cooperación comercial y económica sinoafricana, incluido el acceso libre de impuestos para las exportaciones africanas.
El Embajador señaló que estos esfuerzos pretenden desarrollar las capacidades "blandas" y "duras" y dotar a los jóvenes de herramientas para la innovación, el espíritu empresarial y la ciudadanía global. Entre los oradores destacados se hallaba el Viceministro Mmapaseka Steve Letsike, del Ministerio de la Mujer, la Infancia y las Personas con Discapacidad, quien a través de una videollamada subrayó la importancia del diálogo intergeneracional y la solidaridad internacional para crear espacios más seguros e inclusivos para la juventud. Elogió la asociación entre China y Sudáfrica como un modelo de diplomacia para el desarrollo basado en el respeto mutuo y las relaciones interpersonales.
También se dirigió al público Gadija Brown, asesora del Vicepresidente Paul Mashatile, quien destacó el papel de los intercambios juveniles, la educación y la narración de historias en la remodelación del futuro de África. Brown elogió iniciativas como el libro de Mayal como "actos de autodescubrimiento que dan forma a la imaginación colectiva". Mientras jóvenes sudafricanos y chinos se mezclaban, intercambiaban ideas e imaginaban un futuro compartido, el espíritu de 1976 estaba palpablemente vivo, no sólo en los recuerdos, sino en una renovada determinación. A través de la cultura, la educación y la amistad, el acto recordó a los participantes que los jóvenes no sólo son herederos de las luchas del pasado, sino también arquitectos de un mundo más humano y conectado.
En un momento en que muchos jóvenes se sienten abandonados o abrumados por la incertidumbre mundial, este acto ofreció un antídoto: la promesa de aprendizaje compartido, oportunidades y esperanza. Hay un proverbio chino", concluyó el Embajador Wu, "que dice que un amigo de confianza que viene de lejos acerca a un país lejano". Que el acto de hoy sea algo más que una reunión. Que se convierta en un puente de ideas, de culturas, de amistad".
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