Los Houthis, que controlan gran parte del norte de Yemen, afirmaron que los ataques estadounidenses alcanzaron un centro de detención de inmigrantes, matando al menos a 68 personas en la provincia septentrional de Saada. El ejército estadounidense ha estado atacando a los Houthis casi a diario desde el 15 de marzo en una operación apodada "Rough Rider" cuyo objetivo es acabar con la amenaza que suponen para los buques en el Mar Rojo y el Golfo de Adén.
Los Houthis han lanzado ataques contra Israel y buques occidentales en el Mar Rojo en lo que describen como solidaridad con los palestinos desde que Hamás lanzó un ataque contra Israel en octubre de 2023. El ejército estadounidense declaró ayer que había atacado más de 800 objetivos en Yemen desde mediados de marzo, matando a cientos de rebeldes Houthis, incluidos miembros de la cúpula del grupo. Esta mañana, la televisión Al Masirah, dirigida por los houthis, ha declarado que el objetivo de los ataques estadounidenses era un centro de detención de inmigrantes africanos y que 68 personas habían muerto.
Según un comunicado del Ministerio del Interior de la administración Houthi, citado por Al-Masirah, "115 migrantes, todos procedentes de África" estaban alojados en el centro. Los Houthis empezaron a atacar el transporte marítimo a finales de 2023, impidiendo el paso de barcos por el Canal de Suez -una ruta vital que transporta habitualmente alrededor de 12 % del comercio mundial-, lo que obliga a muchas compañías a dar costosos rodeos por el extremo sur de África. La televisión Al-Masirah informó ayer de que los ataques estadounidenses contra la capital yemení, Saná, habían causado al menos ocho muertos y heridos.
El ejército estadounidense dijo que no revelaría detalles específicos de sus ataques militares en Yemen, citando lo que llamó la necesidad de "mantener la seguridad operativa", al tiempo que dijo que los ataques tuvieron "efectos letales" sobre los rebeldes Houthi.