Polonia tiene nuevo presidente. En una emocionante segunda vuelta de las elecciones presidenciales, que tuvo lugar el domingo 1 de junio de 2025, ganó el candidato del partido opositor Ley y Justicia (PiS), Karol Nawrocki. Según los resultados definitivos publicados por los medios de comunicación polacos tras el recuento de todos los colegios electorales, Nawrocki obtuvo el 50,9% de los votos, mientras que su oponente, el alcalde de Varsovia y representante de la gobernante Coalición Cívica, Rafal Trzaskowski, obtuvo el 49,1%.
La segunda vuelta de las elecciones fue extremadamente dramática y los resultados cambiaron hasta bien entrada la noche. Los primeros sondeos a pie de urna, publicados poco después del cierre de los colegios electorales, indicaban una ajustada victoria de Trzaskowski, que obtuvo el 50,3% de los votos, según Ipsos.
Sus partidarios ya habían empezado a celebrarlo cuando el alcalde de Varsovia se declaró vencedor, prometiendo ser "el presidente de todos los polacos". Sin embargo, estimaciones posteriores más precisas mostraron un vuelco y Nawrocki acabó imponiéndose con una ventaja marginal. Los resultados finales confirmaron que Nawrocki había obtenido 10.606.628 votos, mientras que Trzaskowski fue votado por 10.237.177 polacos.
La participación fue récord: el 72,8% de los electores con derecho a voto acudieron a las urnas, batiendo el récord anterior, establecido en 1995, cuando el 68,23% de los votantes participaron en la segunda vuelta. El interés por las elecciones se vio subrayado por la elevada participación de los polacos en el extranjero, donde más de medio millón de personas se inscribieron para votar, 100 000 más que hace cinco años.
Karol Nawrocki, historiador de 42 años y ex director del Instituto de la Memoria Nacional (IPN), llegó a las elecciones como una cara relativamente poco conocida. Sin embargo, ha conseguido movilizar a los votantes conservadores, que aprecian su énfasis en el patriotismo, los valores cristianos y los fuertes lazos con Estados Unidos.
Durante la campaña, Nawrocki insistió repetidamente en la necesidad de proteger la identidad y la soberanía polacas, rechazó la adopción del euro y criticó la política migratoria de la UE. También obtuvo un importante apoyo gracias a una reunión con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y a la visita de la secretaria de Seguridad Nacional de Trump, Kristi Noem, que acudió a Polonia para apoyarle.
Sin embargo, Nawrocki también se ha enfrentado a la polémica. Los medios de comunicación revelaron que era propietario de dos apartamentos, uno de los cuales supuestamente obtuvo de un anciano discapacitado a cambio de una promesa de cuidados que no cumplió. El asunto le perjudicó inicialmente, pero los votantes conservadores que rechazan las políticas liberales de Trzaskowski acabaron por serle fieles.
Rafal Trzaskowski, alcalde de Varsovia de 53 años y miembro destacado de la Coalición Cívica del Primer Ministro Donald Tusk, ha sido considerado durante mucho tiempo el favorito. Ha defendido políticas proeuropeas, liberalizando la legislación sobre el aborto y reforzando los derechos de las minorías sexuales. Durante la campaña, prometió unir a la dividida sociedad polaca y aportar "honestidad y decencia humana". Sin embargo, su campaña ha sido criticada por los conservadores, en particular por un incidente con una bandera arco iris que escondió bajo el atril durante un debate, que algunos vieron como un intento de ganar votos conservadores.
El resultado de las elecciones es un duro golpe para la coalición gobernante de Donald Tusk, que esperaba que Trzaskowski reforzara su agenda proeuropea. Aunque Polonia es una república parlamentaria, el presidente tiene poderes considerables, incluido un poder de veto que solo puede ser anulado por una mayoría de tres quintos en la Dieta, algo de lo que carece el Gobierno actual. Nawrocki, que sustituirá al actual Presidente Andrzej Duda, también asociado al PiS, puede así complicar los planes del gobierno, como flexibilizar la estricta legislación antiaborto o profundizar en la integración con la UE.
En la escena internacional, se espera que Nawrocki refuerce los lazos con Estados Unidos, mientras que las relaciones con Bruselas pueden seguir siendo tensas. El resultado electoral también refleja una profunda división en la sociedad polaca entre las élites urbanas liberales y proeuropeas y los votantes rurales conservadores que quieren preservar los valores tradicionales.
Karol Nawrocki tomará posesión de su cargo el 6 de agosto de 2025 y se convertirá así en el nuevo Jefe de Estado para los próximos cinco años. Polonia se enfrenta ahora a un periodo de incertidumbre, en el que está por ver cómo afrontará el nuevo presidente los retos de la política interior y exterior.
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