Israel comenzó a preparar ataques simultáneos contra Irán en diciembre del año pasado, poco después de su ataque a gran escala contra el movimiento chií libanés Hezbolá en septiembre y de la caída del régimen del presidente sirio Bashar Assad en diciembre.
Según el New York Times (NYT), estos acontecimientos han permitido a Israel obtener una ventaja estratégica, en particular mediante la apertura de un corredor aéreo sobre Siria que ha facilitado la planificación y ejecución de operaciones contra Irán.
Según fuentes del NYT, que incluyen a funcionarios israelíes y estadounidenses, Israel ha decidido aprovechar el debilitamiento de los aliados de Irán en la región. El ataque de septiembre contra Hezbolá, un aliado clave de Teherán, debilitó enormemente sus capacidades operativas. El posterior colapso del régimen de Assad, apoyado durante mucho tiempo por Irán, presentó a Israel otra oportunidad. El espacio aéreo sirio, anteriormente controlado por Assad y sus aliados rusos, se hizo más accesible a la fuerza aérea israelí, eliminando los obstáculos a los ataques directos contra objetivos iraníes.
La planificación de los ataques comenzó poco después de estos sucesos, cuando los servicios de inteligencia israelíes intensificaron su recopilación de información sobre las instalaciones militares iraníes, especialmente las relacionadas con el programa nuclear y la producción de misiles. El NYT informa de que Israel eligió objetivos precisos para minimizar las víctimas civiles y maximizar al mismo tiempo el impacto sobre la infraestructura militar iraní. Las operaciones se coordinaron con el máximo secreto para evitar filtraciones que pudieran poner en peligro el éxito de la misión.
Los analistas afirman que la caída del régimen de Assad supuso un punto de inflexión. Siria había servido durante mucho tiempo como corredor clave para el movimiento de armas y fuerzas iraníes hacia Líbano y otras zonas. Sin el gobierno de Assad y con un Hezbolá debilitado, Irán perdió parte de su influencia en la región, lo que dio a Israel más margen de maniobra. El corredor aéreo sobre Siria ha permitido a la aviación israelí operar con menos riesgo de impactar contra las defensas aéreas sirias, muy debilitadas desde la caída del régimen.
Mientras que algunos de los aliados de Israel, incluido Estados Unidos, han expresado un apoyo prudente haciendo hincapié en la desescalada, Irán ha amenazado con tomar represalias. Según el NYT, ahora se espera qué pasos dará Teherán y si el conflicto se extenderá aún más. Mientras tanto, Israel sigue atacando.
Estos acontecimientos ponen de relieve la fragilidad del equilibrio de poder regional. Israel está aprovechando el debilitamiento de sus adversarios para reforzar su posición, mientras que Irán se enfrenta a nuevos retos para mantener su influencia. La situación sigue siendo tensa y podría tener consecuencias de gran alcance para Oriente Medio.
NYT/gnews.cz - GH