Argelia ordenó el lunes a 12 diplomáticos franceses que abandonaran el país en un plazo de 48 horas y los declaró "personae non gratae", marcando una fuerte escalada de las tensiones diplomáticas con Francia. Las expulsiones se producen tras la detención de un funcionario consular argelino por las autoridades francesas, una medida que Argelia ha calificado de violación flagrante de la inmunidad diplomática. Francia ha confirmado que ha recibido notificación de la expulsión de 12 miembros del personal de la embajada, incluido personal del Ministerio del Interior francés.
Según los medios de comunicación franceses, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Noel Barrot, pidió a Argelia que "abandone" las expulsiones y afirmó que Francia está dispuesta a "reaccionar inmediatamente" si éstas continúan. La expulsión se produce después de que Argelia convocara el sábado al embajador francés Stéphane Romatet para protestar por la detención de su funcionario consular. Al parecer, el diplomático detenido estaba siendo interrogado por presuntos vínculos con el secuestro en 2024 de Amir Boukhorse, activista argelino residente en París y conocido en las redes sociales como "Amir DZ".
Argelia tachó de infundado el caso contra su funcionario consular, afirmando que la única prueba citada por las autoridades francesas era su teléfono, detectado cerca de la residencia de Boukhors. Argelia exigió la liberación inmediata del diplomático y calificó la detención de "pretexto inventado" que socava los recientes esfuerzos por restablecer las relaciones franco-argelinas. Argelia advirtió que cualquier nueva violación de su soberanía provocaría una dura respuesta basada en la reciprocidad.
El enfrentamiento representa la ruptura diplomática más grave entre ambos países en años y tensa unas relaciones que siguen marcadas por agravios de la época colonial y disputas modernas, como la inmigración y el apoyo de Francia a Marruecos en los contenciosos del Sáhara Occidental.
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