El miércoles 29 de mayo, China marcó un hito histórico en la exploración espacial. Su agencia espacial envió al espacio la sonda Tianwen-2 a bordo de un cohete Long March 3B. Esta avanzada misión está diseñada para recoger muestras del asteroide 2016 HO3 y seguir explorando el cometa 311P tras su regreso a la Tierra en 2027.
La nave está equipada con 11 instrumentos científicos y tiene por delante 13 complejas fases de misión. El objetivo principal no es sólo obtener muestras de pequeños cuerpos del sistema solar, sino también ampliar los límites de tecnologías como la navegación autónoma, el muestreo a baja gravedad y la transferencia interplanetaria profunda.
La misión, dirigida por la Agencia Espacial Nacional de China, representa un gran paso adelante en la investigación planetaria y permite albergar esperanzas de profundizar en el conocimiento de la evolución del Sistema Solar primitivo.