El Tribunal Supremo de la Unión Europea, con sede en Luxemburgo, ha dictado una sentencia que cuestiona seriamente la transparencia de la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El asunto, bautizado como "Pfizergate", se refiere a los mensajes de texto que intercambió con el consejero delegado de Pfizer, Albert Bourla, durante las negociaciones clave para un contrato masivo de suministro de vacunas covid-19 en 2021. Los mensajes, que podrían haber contenido detalles del contrato de decenas de miles de millones de euros, han desaparecido y la Comisión se ha negado a hacerlos públicos a pesar de las peticiones de periodistas, eurodiputados y el público en general.
El tribunal dictaminó que la Comisión Europea se había equivocado al solicitar el acceso a estos documentos y había infringido las normas de la UE sobre transparencia y gestión de la información.
"La negativa de la Comisión a permitir el acceso público a los informes de texto constituye claramente un gravísimo error de apreciación". dijo el tribunal.
La sentencia subraya que la Comisión no ha demostrado que los informes fueran realmente irrelevantes, como afirmaba von der Leyen. Ella se defendió argumentando que eran informes "temporales" que no se archivaban porque no se consideraban documentos oficiales. Sin embargo, esta postura ha sido criticada no sólo por los jueces, sino también por la Defensora del Pueblo Europeo, Emily O'Reilly, y algunos eurodiputados, que consideran el asunto un encubrimiento deliberado.
El caso ha provocado una considerable desconfianza en las instituciones comunitarias, especialmente en un momento en que la UE intenta reforzar su legitimidad. El asunto puede tener implicaciones políticas para von der Leyen, que se enfrenta a una creciente presión de cara a las elecciones al Parlamento Europeo de 2026. Los críticos señalan que la falta de transparencia en un asunto tan importante como la campaña de vacunación socava la confianza de los ciudadanos en la UE. Al mismo tiempo, la sentencia abre el debate sobre la necesidad de normas más estrictas para archivar las comunicaciones de los funcionarios de la UE, a fin de evitar que se repitan situaciones similares en el futuro.
Político/gnews.cz - cik