La economía mundial se enfrenta a nuevos retos, ya que la incertidumbre de la política comercial y el aumento del proteccionismo amenazan el crecimiento económico. En su último informe de Perspectivas Económicas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advierte de que la economía mundial crece más despacio de lo previsto y alerta de los riesgos asociados a las perturbaciones comerciales, las tensiones geopolíticas y el cambio climático.
Según la OCDE, el crecimiento del PIB mundial en 2025 se estima en 3,1 %, ligeramente por debajo de la previsión anterior de 3,2 %. Para 2026, solo se espera una ligera mejora hasta 3,2 %. "La economía mundial está perdiendo impulso en medio de una creciente incertidumbre sobre la política comercial que podría perturbar gravemente la inversión, el comercio y el crecimiento". ha declarado el Secretario General de la OCDE Mathias Cormann. El informe destaca que medidas proteccionistas como los aranceles y las barreras comerciales frenan el comercio internacional, que es un motor clave de la actividad económica.
El aumento de las tensiones geopolíticas y los cambios en las políticas comerciales, especialmente entre las principales economías como Estados Unidos, China y la Unión Europea, están aumentando la incertidumbre para las empresas. La OCDE estima que el comercio mundial de productos y servicios crecerá sólo 2,8 % en 2025, cifra significativamente inferior a la media de 4,5 % de la última década. Este descenso se debe en parte a las nuevas restricciones comerciales que perturban las cadenas de suministro y aumentan los costes para las empresas y los consumidores.
"La política comercial se ha convertido en una fuente clave de incertidumbre, que frena la inversión y eleva los precios para los consumidores". dijo el economista jefe de la OCDE Clare Lombardelli. "Un sistema comercial abierto y basado en normas es esencial para garantizar un crecimiento fuerte y sostenible. Pedimos a los gobiernos que se resistan al proteccionismo y promuevan la cooperación multilateral."

El informe también destaca las diferencias regionales. En EE.UU., se espera que el PIB crezca 2,6 % en 2025, por debajo de las estimaciones anteriores debido a la ralentización del gasto de los consumidores y a la incertidumbre en torno a las políticas comerciales. En la eurozona se espera un crecimiento de 1,4 %, con Alemania enfrentándose a unos resultados más débiles debido a su dependencia de las exportaciones. En cambio, economías emergentes como la India podrían crecer más deprisa, 6,5 % en 2025, debido a la fuerte demanda interna.
La República Checa se enfrenta a retos similares. La OCDE estima que el crecimiento del PIB de la República Checa se situará en torno al 1,5 % en 2025, lo que supone una ligera mejora respecto a años anteriores, pero sigue por debajo de su potencial a largo plazo. El menor crecimiento de Alemania, principal socio comercial de la República Checa, está afectando negativamente a la producción industrial y las exportaciones, especialmente en los sectores de la automoción y la ingeniería. La incertidumbre en las políticas comerciales y las interrupciones en las cadenas de suministro están aumentando los costes para las empresas checas, lo que puede limitar la inversión. Según la OCDE, la inflación en la República Checa podría descender hasta el 2,2 % en 2025, cerca del objetivo del Banco Nacional Checo, pero persisten los riesgos relacionados con los precios de la energía y el suministro mundial. La República Checa podría beneficiarse de la inversión en tecnología verde y digitalización, que la OCDE recomienda como vía hacia un crecimiento más sostenible.
La inflación sigue siendo otro reto. La OCDE prevé que la inflación media en los países del G20 descienda de 6,1 % en 2024 a 3,8 % en 2025, pero se mantiene por encima de los objetivos de los bancos centrales en algunos países. "Los bancos centrales deben permanecer vigilantes y asegurarse de que la inflación desciende a niveles sostenibles sin frenar demasiado la actividad económica". añadió Lombardelli. El informe sugiere que los tipos de interés podrían mantenerse altos durante más tiempo, lo que podría frenar la inversión y el consumo.
La OCDE también subraya la necesidad de invertir en tecnologías e infraestructuras ecológicas para apoyar la transición a una economía sostenible. El cambio climático aumenta los riesgos para la agricultura, la energía y las cadenas de suministro, lo que puede debilitar aún más el crecimiento. "Invertir en infraestructuras resilientes y transformación verde no sólo mitigará los impactos del cambio climático, sino que también apoyará el crecimiento a largo plazo y la creación de empleo". dijo Cormann.
La OCDE pide a los gobiernos que tomen medidas para reforzar la resistencia económica. Entre las principales recomendaciones figuran el fomento del comercio abierto, la inversión en educación y cualificación de la mano de obra y la aceleración de la transformación ecológica. El informe también subraya la necesidad de prudencia fiscal para evitar un endeudamiento excesivo que pueda poner en peligro la estabilidad futura.
"Debemos actuar con rapidez para reforzar la cooperación mundial y restablecer la confianza en un sistema comercial basado en normas". concluyó Cormann. La OCDE advierte de que, sin un esfuerzo coordinado, la incertidumbre de la política comercial y otros retos mundiales podrían conducir a un periodo prolongado de débil crecimiento.
OCDE/gnews.cz - GH