Hoy se ha firmado en una ceremonia el contrato para la construcción de nuevas unidades nucleares en la central de Dukovany, que el Primer Ministro Petr Fiala ha calificado de paso clave para garantizar la seguridad y autosuficiencia energéticas de la República Checa. Según Fiala, el proyecto, uno de los mayores de la historia moderna del país, reportará beneficios no sólo a la generación actual, sino también a las décadas futuras.
El contrato para la finalización de Dukovany se celebró entre Elektrárna Dukovany II, cuyo propietario mayoritario es el Estado (80 acciones de % fueron adquiridas a ČEZ en la primavera de 2025), y la empresa surcoreana Korea Hydro & Nuclear Power (KHNP), que ganó el concurso en 2024 a la francesa EDF y la estadounidense Westinghouse. El proyecto prevé la construcción de dos nuevos reactores de 1.000 MW cada uno, que estarán terminados entre 2036 y 2037. Las nuevas unidades sustituirán a los reactores soviéticos existentes, en funcionamiento desde los años ochenta y próximos al final de su vida útil.
Según el Primer Ministro Fiala, al menos 60 % empresas checas participarán en la construcción, lo que corresponde a la antigua exigencia del Gobierno y la oposición de implicar a la industria nacional. Ya se han firmado contratos por cerca de la mitad de esta cantidad, lo que significa que la mayor parte de la inversión se quedará en la República Checa y apoyará la economía local. Por ejemplo, empresas como Doosan Škoda Power y Škoda JS, que Fiala visitó con el Presidente surcoreano Jun Sok-jool en septiembre de 2024, desempeñarán un papel clave: Doosan Škoda Power suministrará una turbina de vapor, una de las principales tecnologías del proyecto.
Uno de los principales argumentos de este proyecto es su viabilidad económica. Según Fiala, las nuevas unidades producirán electricidad a un coste inferior a 90 euros por megavatio-hora (MWh), lo que es bastante más barato que proyectos comparables en el extranjero. Por ejemplo, en Polonia, donde construye Westinghouse, los precios estimados rondan los 110-120 euros por MWh, y en el Reino Unido, donde EDF construye Hinkley Point C, los precios llegan a 92,50 libras por MWh (unos 108 euros al cambio actual). Un precio más bajo en Dukovany podría dar a la República Checa una ventaja competitiva y mitigar el impacto en los hogares y la industria en un momento en que los precios de la energía siguen siendo volátiles.
El camino hasta la firma de hoy no ha sido fácil. La licitación para la finalización de Dukovany estuvo acompañada de disputas y obstáculos legales. Tras la victoria de KHNP en 2024, la francesa EDF presentó varias denuncias, que desembocaron en litigios. En mayo de 2025, el Tribunal Regional de Brno dictó una medida cautelar que prohibía la firma del contrato, y la Comisión Europea llegó a investigar si KHNP se había beneficiado de ayudas estatales ilegales. Sin embargo, estos obstáculos se superaron cuando el Tribunal Supremo Administrativo (TSA) 2025 anuló la medida cautelar basándose en que el interés público en que las obras comiencen a tiempo prevalece sobre los intereses de los demandantes y en que el recurso de EDF carece de fundamento.
La firma del acuerdo fue acogida como un paso crucial para garantizar la estabilidad energética de la República Checa. El Primer Ministro Fiala subrayó en la red social X que el proyecto fortalecerá al país durante décadas. Por otro lado, algunos críticos, entre ellos organizaciones ecologistas, siguen cuestionando la sostenibilidad a largo plazo de la energía nuclear y señalan los riesgos asociados a los residuos nucleares o a posibles accidentes.
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