El cristal universal ayuda a eliminar los bloqueos de los centros energéticos, purifica la sangre, el hígado y los riñones, favorece la actividad de las glándulas endocrinas. También puede ayudarnos con la limpieza de primavera.
El resplandor claro y brillante del cristal nos conecta con la fuente de la energía original que reside en nuestra alma y nos ilumina completamente con su poder creativo. Es una luz que palpita en nuestro interior y que a menudo ni siquiera sentimos a causa de muchas negaciones. De este modo, protege y purifica nuestra aura, elimina los bloqueos que impiden el flujo de la energía vital, todas las impurezas y desarmonías del alma, ilumina nuestros sentimientos, pensamientos e ideas y nos carga de nueva energía.
La esencia original del cristal puede purificar, fortalecer, concentrar, almacenar, transmitir y transformar nuestra energía. Si nuestro estado mental y nuestro organismo están desequilibrados y debilitados por algo, llegarán la tensión, el dolor y, finalmente, la enfermedad. Todo esto puede evitarse mediante la prevención. Llevamos la piedra con nosotros, preferiblemente en contacto directo con el cuerpo, contemplando y meditando con ella. En caso de que la enfermedad ya haya estallado, la colocamos sobre los lugares doloridos y enfermos, que de este modo ponemos en armonía con todo el organismo y todos los centros energéticos. El cristal, en particular, tiene la capacidad universal de aliviar y curar, y puede ocupar el lugar de otras piedras que en ese momento no estén a nuestro alcance.
Es la "aspirina" entre todas las piedras, que a menudo nos sirve de primeros auxilios cuando nos sentimos débiles, cuando algo nos acecha.
Con la ayuda del cristal podemos identificar de forma fiable bloqueos y enfermedades en las primeras fases, cuando aún no sentimos tensión ni dolor. Esto, sin embargo, requiere una mayor sensibilidad, que podemos profundizar con la práctica paciente. A esto hay que añadir que, aunque no está totalmente indefensa en la curación de los efectos por su poder curativo, es capaz sobre todo de encontrar y eliminar las causas, es decir, la esencia de la enfermedad. Podemos colocarla sobre los centros energéticos correspondientes, los chakras que estén debilitados o bloqueados, o entre ellos para favorecer el paso de la energía, o directamente sobre las zonas enfermas.
Ayuda universal
El cristal nos ayuda sanamente en todos los centros energéticos, pero es particularmente fuerte en los chakras de la frente, las sienes y las manos. Físicamente es sobre todo una piedra de purificación. Purifica la sangre, la limpia de grasa y ayuda a las glándulas a producir hormonas "felices" que aportan una energía positiva equilibrada de amor y compasión a nuestra vida cotidiana. Elimina la fatiga y los estados de letargo. En general, activa el sistema nervioso, la circulación sanguínea y el corazón, los pulmones, el estómago, el hígado, los intestinos y los riñones. Tiene un efecto positivo sobre la función tiroidea en el centro de la garganta, sobre el corazón, la circulación y los pulmones en el centro del corazón, y sobre el sistema digestivo en el centro del ombligo. Limpia y cura el sistema vascular, el hígado y los riñones, favorece el metabolismo y la digestión, y ayuda a liberar el organismo de venenos, impurezas y contaminantes. Es adecuado para la prevención, pero también funciona junto con el tratamiento del cáncer. Sin embargo, el poder más eficaz del cristal para la salud reside en su capacidad para calmar el dolor neurálgico. Por lo tanto, ayuda con las náuseas, mareos, dolores de cabeza, migraña. Además de su aplicación, también se recomiendan tratamientos de limpieza para enfermedades de la piel y quemaduras. Para la diarrea y el malestar estomacal, se bebe el agua a sorbos. Es un elixir eficaz. El agua en la que se sumerge el cristal no sólo es saludable, sino también sabrosa y refrescante. Si regamos las flores con esta agua, crecen y se desarrollan mejor.
Las ricas drusas de cristal no deben faltar en ninguna morada en la que se necesite un profundo intercambio de energía y limpieza. También actúa como elemento armonizador que influye en las relaciones interpersonales en la familia, es una protección contra el smog eléctrico y la radiación, equilibra y neutraliza las zonas patógenas.
El cristal también es adecuado para la meditación. Si meditamos con él brevemente por la mañana y por la noche, el resultado no tardará en llegar. Nos da tanta energía vital que podemos arreglárnoslas con él durante todo el día y dormir sin molestias. La meditación vespertina es también un momento de purificación. Nos deshacemos de todos los depósitos e impurezas que hemos acumulado a lo largo del día. Despejamos y liberamos todos los flujos y pasajes entre los chakras del cuerpo, donde la energía vital puede fluir libremente.
Este artículo ha sido publicado con la amable autorización de de la revista Sphere
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