El jade -una piedra hermosa, cálida y delicada- se ha considerado durante milenios la encarnación de la profundidad espiritual y la continuidad cultural de la civilización china. La segunda parte del documental El jade en la antigua China lleva al espectador a cuatro importantes yacimientos arqueológicos, mostrando el importante papel que desempeñaba el jade en la vida cotidiana y ceremonial, la arquitectura, la fe y el simbolismo político. La cámara sigue los artefactos de jade que literalmente daban forma a los muros de las ciudades, protegían las almas de los muertos y servían de referencia al orden celestial.
Ciudades, mitos y el poder del jade
La segunda parte del documental se centra en cuatro zonas arqueológicas -Sanxingdui, Taosi, Shimao y Lingjiatan-, cada una de las cuales ofrece una imagen única de cómo trabajaban el jade las antiguas culturas chinas. En Sanxingdui, la famosa ciudad de las estatuas y las máscaras, el jade se incorporó a la mitología: un artefacto con forma de árbol sagrado, por ejemplo, muestra la conexión entre la tierra, el cielo y el inframundo.
En Taos, el jade se convirtió en un adorno personal y una herramienta de poder. Los arqueólogos han descubierto vestigios de observatorios astronómicos donde se utilizaban objetos de jade en ceremonias y para protección ritual.
Shimao, una extensa ciudad de piedra, sorprendió al mundo por tener miles de piezas de jade incrustadas en sus muros, al parecer para proteger la ciudad de las fuerzas del mal. No se trataba de una decoración, sino de una función espiritual integrada en la arquitectura.
Lingjiatan ha alcanzado una extraordinaria madurez técnica y simbólica. Además de colgantes, máscaras y objetos ceremoniales, se han encontrado aquí complejas composiciones con motivos astronómicos. En una de las tumbas, los cuerpos estaban incrustados con artefactos de jade para formar una figura humana, imagen de la creencia en el paso al más allá.
Dinastías que han continuado el legado
La parte final del documento traza el desarrollo del uso del jade en las dinastías más famosas Xia, Shang, Zhou y Han. Artefactos como Yazhang (instrumento ceremonial dentado) o dagas rituales se convierten en signos de autoridad y poder. Durante el periodo de los Estados Combatientes, los objetos de jade se utilizaban en la conclusión de tratados: se partían por la mitad y las partes individuales simbolizaban la lealtad y el compromiso.
Durante la dinastía Han, el procesamiento del jade alcanzó su apogeo. El ejemplo más llamativo es el famoso traje funerario compuesto por más de cuatro mil placas de jade unidas por hilos de oro, símbolo del deseo de inmortalidad. El documental también se ocupa de los sellos, que se fabricaban con el jade más puro y cuyo significado iba más allá del uso administrativo ordinario: eran un signo de la autoridad divina para gobernar.
En esta obra, el jade se muestra no sólo como un material de admirada belleza, sino como un medio espiritual que conectaba el pasado, el presente y el más allá. El documental muestra con elocuencia cómo el jade llegó a formar parte de todos los estratos de la vida -desde las ceremonias en los templos hasta la construcción de ciudades- y por qué su simbolismo sigue vivo en la cultura china actual.
🔗 ¿No has visto el primer episodio? Puedes verlo aquí: El jade en la antigua China - Primera parte "