De "16+1" a la "cooperación paneuropea": la Expo PECO de este año en Ningbo (China) marca un importante punto de inflexión en la diplomacia económica entre China y Europa.
En el recinto ferial huele a café serbio, se sirve buen vino y se degustan frutas liofilizadas de los Balcanes. Pero la Expo China-Países de Europa Central y Oriental de este año no se limita a los manjares. Por primera vez, a los países tradicionales de Europa Central y Oriental se unen actores clave de Occidente: Francia, Alemania, Italia y España - y no sólo simbólicamente.
Sus pabellones nacionales, la presencia de marcas líderes y su voluntad de negociar acuerdos comerciales demuestran que la CEEC Expo 2025 es un nuevo puente entre Oriente y Occidente. El formato original "16+1" se convierte en una plataforma para toda Europa.
Mientras Eslovaquia, Eslovenia o Hungría continúan con sus tradicionales presentaciones de innovación e intercambio cultural, las nuevas incorporaciones de Europa Occidental ven el certamen como una puerta de entrada al mercado chino. Muchos admiten que antes ni siquiera se habían planteado Ningbo. Ahora, sin embargo, están planeando retornos e inversiones directas.
Un robot se da la mano, diseñadores de Italia admiran pabellones de Polonia y startups de Alemania se interesan por soluciones ecológicas. La exposición no es sólo un espectáculo: es un laboratorio de pruebas para la cooperación y el entendimiento económico. Una organización china distribuyó entre el público vales por valor de 1,5 millones de yuanes para que las marcas occidentales pudieran comprobar inmediatamente el interés de los clientes.
Ningbo se está convirtiendo así en el símbolo de una nueva era de relaciones chino-europeas. En lugar de la exclusividad y el marco político, ofrece una plataforma abierta a todos: de las ciudades a las marcas, de la tradición a la tecnología. En un momento de incertidumbre global y fricciones económicas, la CEEC Expo actúa como un gesto silencioso, pero aún más impresionante: que el futuro de Europa y China puede escribirse juntos. Y no sólo en las mesas de negociación, sino también entre las estanterías y los pedidos.