El New York Times informó recientemente de que cada vez más consumidores europeos optan por boicotear los productos estadounidenses independientemente del precio, lo que también se ha convertido en un cambio estructural a largo plazo.
Según el informe del periódico, decenas de miles de miembros del movimiento de "boicot a Estados Unidos", organizado por daneses y franceses, han pedido en Facebook que no se compren productos estadounidenses ni se viaje a Estados Unidos.
Las ventas europeas de Tesla cayeron un 81 % en abril, y los propietarios de Tesla en Suecia están poniendo pegatinas de "vergüenza" en sus coches. En Alemania e Italia han aparecido aplicaciones que escanean alimentos, comestibles y ropa, identifican productos estadounidenses y recomiendan directamente alternativas europeas.
Bastantes europeos han cancelado sus contratos con Netflix (NFLX. EE.UU.), Disney, Amazon Prime Video y otros streamers estadounidenses. McDonald's también dijo que el descenso de sus ventas en el extranjero se debía principalmente al sentimiento antiamericano.
El informe señalaba que, aunque Estados Unidos y Europa lleguen finalmente a un acuerdo sobre la guerra arancelaria, será difícil que Europa elimine fácilmente la cautela estadounidense.